Todas las personas en el planeta de una u otra forma han resultado afectadas por la pandemia del Covid-19. Las comunidades indígenas no fuer...
Todas las personas en el planeta de una u otra forma han resultado afectadas por la pandemia del Covid-19. Las comunidades indígenas no fueron la excepción. En Risaralda son varios los municipios que cuentan con esta población, la cual siempre ha tenido una serie de necesidades que en la actualidad han empeorado.
Hoy varias familias piden una ayuda, pues sienten que los están olvidando, su mayor temor no es solo pasar hambre, también que su gente se enferme y no tengan cómo sanarlos.
Comida
Marco Guasarave, autoridad tradicional del resguardo indígena Suratena del municipio de Marsella, habló de cuáles son sus necesidades. “Aquí hay muchas familias compuestas por niños, mujeres y adultos mayores. Desde el aislamiento obligatorio las labores que ellos tenían se detuvieron, incluso la de algunas fincas.
Nosotros normalmente cosechamos algunos alimentos, papa, yuca, lo que se llama pancoger (se denominan así aquellos cultivos que satisfacen parte de las necesidades alimenticias de una población determinada), pero para poder cocinarlos necesitamos elementos como la sal. Así mismo tampoco hay panela, para nuestra bebida tradicional, algunos de nuestros pueblos producen la panela, pero nosotros no; por eso necesitamos de estos dos productos para poder darle de comer a nuestra gente. Igual todos los mercados que nos puedan entregar sirven, cada alimento de la canasta básica como el aceite, arroz y enlatados ayudarán a estas comunidades que hoy atraviesan un momento muy complejo”.
Salud
Otra de las angustias de esta población indígena es el acceso a salud, debido a que las personas no están recibiendo ningún tipo de atención médica, así lo denunció Guasarave. “Hay niños que se nos están enfermando, los únicos médicos con los que contamos son los que hay en nuestro resguardo, y con la medicina tradicional, pero somos conscientes que necesitamos ayuda; por eso lo que pedimos ahora es un acompañamiento de la Secretaría de Salud departamental para que no nos abandone en este difícil tema, y así podamos salvar vidas”.
Cifra
Hoy varias familias piden una ayuda, pues sienten que los están olvidando, su mayor temor no es solo pasar hambre, también que su gente se enferme y no tengan cómo sanarlos.
Marco Guasarave, autoridad tradicional del resguardo indígena Suratena del municipio de Marsella, habló de cuáles son sus necesidades. “Aquí hay muchas familias compuestas por niños, mujeres y adultos mayores. Desde el aislamiento obligatorio las labores que ellos tenían se detuvieron, incluso la de algunas fincas.
Nosotros normalmente cosechamos algunos alimentos, papa, yuca, lo que se llama pancoger (se denominan así aquellos cultivos que satisfacen parte de las necesidades alimenticias de una población determinada), pero para poder cocinarlos necesitamos elementos como la sal. Así mismo tampoco hay panela, para nuestra bebida tradicional, algunos de nuestros pueblos producen la panela, pero nosotros no; por eso necesitamos de estos dos productos para poder darle de comer a nuestra gente. Igual todos los mercados que nos puedan entregar sirven, cada alimento de la canasta básica como el aceite, arroz y enlatados ayudarán a estas comunidades que hoy atraviesan un momento muy complejo”.
Salud
Otra de las angustias de esta población indígena es el acceso a salud, debido a que las personas no están recibiendo ningún tipo de atención médica, así lo denunció Guasarave. “Hay niños que se nos están enfermando, los únicos médicos con los que contamos son los que hay en nuestro resguardo, y con la medicina tradicional, pero somos conscientes que necesitamos ayuda; por eso lo que pedimos ahora es un acompañamiento de la Secretaría de Salud departamental para que no nos abandone en este difícil tema, y así podamos salvar vidas”.
Cifra
255 familias hay en la actualidad en el resguardo Suratena.
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