Levantarse muy temprano, darse una ducha, vestirse como mejor puede (para generar en sus clientes una buena impresión), limpiar su carreta y...
Levantarse muy temprano, darse una ducha, vestirse como mejor puede (para generar en sus clientes una buena impresión), limpiar su carreta y sus productos para llevarlos frescos a la gente; es la rutina que realiza don Octavio Agudelo todos los días, un hombre que lleva 40 años como vendedor ambulante en Pereira.
Debido a la pandemia le tocó a este hombre detener sus labores para resguardarse del virus y cumplir con el aislamiento obligatorio designado por el Gobierno Nacional.
Historia
Si alguien conoce a la Perla del Otún es Octavio, a lo largo de su vida para sostenerse se ha dedicado a vender diferentes productos, ahora ofrece aguacates. Su vida como la de todos cambió drásticamente desde hace más de 60 días cuando inició esta pandemia. En el desesperó de verse sin dinero, Agudelo tomó la decisión de salir a la calle a realizar su labor de siempre, sin imaginar que la policía le impondría dos comparendos, además que perdería su mercancía.
“Yo iba con mi carretilla por el sector de Pinares, cuando me detuvieron dos agentes de la policía de Corocito, me dijeron que un alto mando de ellos llamó para que me hicieran un comparendo, yo les dije que así me lo hicieran no podía perder los 10 aguacates que me quedaban, y solo me contestaron que me fuera entonces para un barrio popular; cuando ya iba bajando para mi casa, me encontré con otra patrulla, y me hicieron un nuevo comparendo por reincidir en la venta de los aguacates”, narró Octavio.
Agregó que “cuando les manifesté a los policías que yo ya me iba, indicaron que primero iban a llamar a espacio público, ahí fue donde me dio rabia y tiré los aguacates a la calle, que es lo que se observa en los vídeos. El problema es que yo sé que cuando ellos se llevan los productos y las carretas, no las devuelven, incluso muchas veces queman todo y la verdad me dolió que se me llevarán lo poco que tenía y perderlo de esa forma”.
Pandemia
Don Octavio es una persona humilde, que vive en un inquilinato de la carrera 11 de Pereira. En la era del Internet no tiene WhatsApp, solo su carreta para tener un sustento mínimo y así sobrevivir. “Yo salí a la calle porque ya no aguantaba más, fueron dos meses largos que me dolía la cabeza pensando cómo iba a comer, a pagar el arriendo, a ayudarle a mi hija y a mi nieto, y no pude quedarme ya en la casa; necesitaba salir a rebuscarme algo de dinero para el sustento de ellos y mío. Acá donde vivo no me ha llegado ninguna ayuda ¿Díganme si no hay para comer, con qué piensan que vamos a pagar un comparendo?
Dato
Si alguien desea ayudar a don Octavio Agudelo, se pueden comunicar con él en el teléfono 3184922537
Debido a la pandemia le tocó a este hombre detener sus labores para resguardarse del virus y cumplir con el aislamiento obligatorio designado por el Gobierno Nacional.
Historia
Si alguien conoce a la Perla del Otún es Octavio, a lo largo de su vida para sostenerse se ha dedicado a vender diferentes productos, ahora ofrece aguacates. Su vida como la de todos cambió drásticamente desde hace más de 60 días cuando inició esta pandemia. En el desesperó de verse sin dinero, Agudelo tomó la decisión de salir a la calle a realizar su labor de siempre, sin imaginar que la policía le impondría dos comparendos, además que perdería su mercancía.
“Yo iba con mi carretilla por el sector de Pinares, cuando me detuvieron dos agentes de la policía de Corocito, me dijeron que un alto mando de ellos llamó para que me hicieran un comparendo, yo les dije que así me lo hicieran no podía perder los 10 aguacates que me quedaban, y solo me contestaron que me fuera entonces para un barrio popular; cuando ya iba bajando para mi casa, me encontré con otra patrulla, y me hicieron un nuevo comparendo por reincidir en la venta de los aguacates”, narró Octavio.
Agregó que “cuando les manifesté a los policías que yo ya me iba, indicaron que primero iban a llamar a espacio público, ahí fue donde me dio rabia y tiré los aguacates a la calle, que es lo que se observa en los vídeos. El problema es que yo sé que cuando ellos se llevan los productos y las carretas, no las devuelven, incluso muchas veces queman todo y la verdad me dolió que se me llevarán lo poco que tenía y perderlo de esa forma”.
Pandemia
Don Octavio es una persona humilde, que vive en un inquilinato de la carrera 11 de Pereira. En la era del Internet no tiene WhatsApp, solo su carreta para tener un sustento mínimo y así sobrevivir. “Yo salí a la calle porque ya no aguantaba más, fueron dos meses largos que me dolía la cabeza pensando cómo iba a comer, a pagar el arriendo, a ayudarle a mi hija y a mi nieto, y no pude quedarme ya en la casa; necesitaba salir a rebuscarme algo de dinero para el sustento de ellos y mío. Acá donde vivo no me ha llegado ninguna ayuda ¿Díganme si no hay para comer, con qué piensan que vamos a pagar un comparendo?
Dato
Si alguien desea ayudar a don Octavio Agudelo, se pueden comunicar con él en el teléfono 3184922537
COMENTARIOS