Si algo bueno queda de las crisis es la forma en que las personas empiezan a reinventarse y a sacar lo mejor de ellos para volver a empezar....
Si algo bueno queda de las crisis es la forma en que las personas empiezan a reinventarse y a sacar lo mejor de ellos para volver a empezar. La pandemia del Covid-19 ha traído consigo diferentes sentimientos, estrés, ansiedad, pero también ha quedado demostrada la solidaridad, apoyo y entrega de muchos ciudadanos que quieren poner su granito de arena para sobreponerse a esta difícil situación.
Es así como una familia pereirana que lleva varios años en el extranjero tomó la iniciativa de donar algunos mercados a familias vulnerables en la Perla del Otún.
Donación
José Moncada es un pereirano que hace varios años, junto a su familia, decidió viajar a Estados Unidos buscando un mejor futuro. Viendo la situación en la que se encuentra Pereira debido a la pandemia, quiso buscar una forma de colaborar a los más necesitados.
“En estos momentos hay que articular fuerzas y retribuir un poco de lo que tenemos y agradecer sea a Dios, a la vida, la sociedad o al universo, como dicten sus creencias, para ayudar a los más necesitados. Es muy doloroso ver la cantidad de gente con hambre y miles de muertes por la actual situación que estamos viviendo. Pero qué gratificante y alentador es poder ayudar y hacer algo por los demás en este momento de pandemia”, dijo José.
Labor Social
Luego de recoger los recursos entre toda la familia Moncada de Estados Unidos, contactaron con Q’hubo y otros allegados en Pereira, así como con el Gaula de la Policía para que estas donaciones fueran entregadas de forma equitativa y a personas que aún no habían recibido ningún tipo de apoyo.
Entrega
Los mercados fueron entregados en sectores como Pueblo Sol, el centro de Pereira, barrio Corocito, El Danubio y Las Margaritas de Villasantana, La Campiña en los 2500 lotes en Cuba y otros lugares aledaños. Los mercados se entregaron a algunas familias vulnerables, que ya se habían visitado con anterioridad.
Dentro de estas algunas habitantes de inquilinatos e invasiones, viviendas hechas con madera, latas, plástico y otro material liviano; personas que viven del día a día.
Lo más emocionante de la jornada se vivió en la invasión Los Conquistadores en Cuba, en donde además de los mercados, se celebró el cumpleaños número 7 de un pequeño que nunca pensó que en medio de esta emergencia podría disfrutar de una torta y recibir regalos.
José Moncada es un pereirano que hace varios años, junto a su familia, decidió viajar a Estados Unidos buscando un mejor futuro. Viendo la situación en la que se encuentra Pereira debido a la pandemia, quiso buscar una forma de colaborar a los más necesitados.
“En estos momentos hay que articular fuerzas y retribuir un poco de lo que tenemos y agradecer sea a Dios, a la vida, la sociedad o al universo, como dicten sus creencias, para ayudar a los más necesitados. Es muy doloroso ver la cantidad de gente con hambre y miles de muertes por la actual situación que estamos viviendo. Pero qué gratificante y alentador es poder ayudar y hacer algo por los demás en este momento de pandemia”, dijo José.
Agregó que “soy fiel creyente en la frase ‘lo que tu mano derecha haga no se dé cuenta tu izquierda’, lo pensé hacer de forma anónima, pero vi la importancia de compartir lo que hacemos y despertar en otras personas más solidaridad; no contagiarnos de Covid- 19 sino de este ánimo de colaboración; así se puede crear una cadena positiva en el mundo, por eso comparto este mensaje con ustedes”.
Labor Social
Luego de recoger los recursos entre toda la familia Moncada de Estados Unidos, contactaron con Q’hubo y otros allegados en Pereira, así como con el Gaula de la Policía para que estas donaciones fueran entregadas de forma equitativa y a personas que aún no habían recibido ningún tipo de apoyo.
Entrega
Los mercados fueron entregados en sectores como Pueblo Sol, el centro de Pereira, barrio Corocito, El Danubio y Las Margaritas de Villasantana, La Campiña en los 2500 lotes en Cuba y otros lugares aledaños. Los mercados se entregaron a algunas familias vulnerables, que ya se habían visitado con anterioridad.
Dentro de estas algunas habitantes de inquilinatos e invasiones, viviendas hechas con madera, latas, plástico y otro material liviano; personas que viven del día a día.
Lo más emocionante de la jornada se vivió en la invasión Los Conquistadores en Cuba, en donde además de los mercados, se celebró el cumpleaños número 7 de un pequeño que nunca pensó que en medio de esta emergencia podría disfrutar de una torta y recibir regalos.
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