Muchas de las actividades que realizábamos a diario han tenido que evolucionar o cambiar, debido al aislamiento preventivo obligatorio. Tal ...
Muchas de las actividades que realizábamos a diario han tenido que evolucionar o cambiar, debido al aislamiento preventivo obligatorio. Tal vez uno de los cambios más radicales es la manera en que se realiza una misa.
Y es que, a pesar de todas las restricciones, los párrocos de las iglesias se la han venido ingeniando para que sus feligreses no pierdan ese contacto espiritual. Es así como el padre Adalberto Montoya de la iglesia San Antonio de Padua en Pereira, logró que todas las personas pudieran volver al templo, esta vez de una manera virtual.
Misa
Todos los días en doble jornada, en una catequesis al medio día y una misa en la noche, se conecta al canal de youtube de la parroquia para llevarle la palabra a los feligreses.
Pero, para no solo dirigirse a la cámara web, decidió imprimir más de 200 fotos de cada uno de los asistentes y pegarlas en las sillas de la iglesia, una forma para destacar el semillero que tiene la parroquia. “Surge la necesidad de acompañar permanentemente todo el proceso de evangelización. El tema de las fotos se dio para tener presente a las personas, sobre todo las que existen en un semillero, es tratar de acercar la parroquia a la comunidad. Tocó reinventarnos pastoralmente, emplear la tecnología y las redes sociales, así hay un acompañamiento y no se pierde todo lo que hemos logrado”.
Fotos
Asegura el párroco que esta es una forma de rendirle un homenaje a los fieles de la iglesia y destacar que siempre los acompañan, ahora desde la virtualidad. “Nos pusimos en la tarea de sacar las fotos de uno por uno, con la intención de agradecerles por hacer parte de esta parroquia, ellos son muy importantes para nosotros. Cada hermano de estos ha aportado un granito de arena para fortalecer el templo.
Este proyecto ha tenido las mejores reacciones, me han escrito que es algo maravilloso, hay nostalgia por no poder encontrarnos todos físicamente , pero no dejaremos que esta crisis nos separe”.
Todos los días el padre Adalberto acomoda las fotografías para que se vean bien en cámara, instala su computador, su celular y un micrófono inalámbrico e inicia la homilía, se dirige a la comunidad conectada en las redes, que no está presente en cuerpo, pero sí en fe, en las fotos que tiene el padre.
Y es que, a pesar de todas las restricciones, los párrocos de las iglesias se la han venido ingeniando para que sus feligreses no pierdan ese contacto espiritual. Es así como el padre Adalberto Montoya de la iglesia San Antonio de Padua en Pereira, logró que todas las personas pudieran volver al templo, esta vez de una manera virtual.
Misa
Todos los días en doble jornada, en una catequesis al medio día y una misa en la noche, se conecta al canal de youtube de la parroquia para llevarle la palabra a los feligreses.
Pero, para no solo dirigirse a la cámara web, decidió imprimir más de 200 fotos de cada uno de los asistentes y pegarlas en las sillas de la iglesia, una forma para destacar el semillero que tiene la parroquia. “Surge la necesidad de acompañar permanentemente todo el proceso de evangelización. El tema de las fotos se dio para tener presente a las personas, sobre todo las que existen en un semillero, es tratar de acercar la parroquia a la comunidad. Tocó reinventarnos pastoralmente, emplear la tecnología y las redes sociales, así hay un acompañamiento y no se pierde todo lo que hemos logrado”.
Fotos
Asegura el párroco que esta es una forma de rendirle un homenaje a los fieles de la iglesia y destacar que siempre los acompañan, ahora desde la virtualidad. “Nos pusimos en la tarea de sacar las fotos de uno por uno, con la intención de agradecerles por hacer parte de esta parroquia, ellos son muy importantes para nosotros. Cada hermano de estos ha aportado un granito de arena para fortalecer el templo.
Este proyecto ha tenido las mejores reacciones, me han escrito que es algo maravilloso, hay nostalgia por no poder encontrarnos todos físicamente , pero no dejaremos que esta crisis nos separe”.
Todos los días el padre Adalberto acomoda las fotografías para que se vean bien en cámara, instala su computador, su celular y un micrófono inalámbrico e inicia la homilía, se dirige a la comunidad conectada en las redes, que no está presente en cuerpo, pero sí en fe, en las fotos que tiene el padre.
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