Willy Quintín era uno de los tantos pereiranos que soñaba con llegar al profesionalismo y brillar en el fútbol. Sin embargo, con el paso de ...
Willy Quintín era uno de los tantos pereiranos que soñaba con llegar al profesionalismo y brillar en el fútbol. Sin embargo, con el paso de varias experiencias y aprendizajes en el camino, se dio cuenta que hay algo más reconfortante que esto y es ver la sonrisa de unos pequeños niños, siendo felices jugando al fútbol y disfrutando al máximo, por lo que esto llena más que cualquier título de la élite y esta es su historia.
“Comencé en el fútbol desde escuelas de formación, grupo 30, Deportivo Pereira donde tuve los profesores Miguel Benítez, Juan Carlos Díaz Reina, estuve allí conformado los equipos juveniles hasta los 17 años. Cuando cumplo 18 y por cosas de la vida me entero que voy a ser papá entonces me toca decidir si sigo en el fútbol o trabajo”.
Rubén Darío Zapata, importante en su proceso
“Recibo la invitación del profesor Rubén Darío Zapata para ser parte del colegio Rafael Reyes, cuando estaba en trámites recibí la invitación del Sena para trabajar como tutor virtual y me incliné por la parte económica porque era prácticamente el doble del sueldo”.
Se capacitó en Argentina
“Me estaba frustrando en la parte futbolística, en lo que realmente yo quería, no habían oportunidades en este deporte y más de la manera paga. En enero del 2012 me dio la ‘chiripiorca’ para seguir buscando mi sueño y me fui para Argentina a estudiar, el primer año fútbol juvenil y el segundo profesional”.
Más preparado que nunca
“En Argentina hice mis pasantías con el club Lanús y seis meses laborando con un grupo de octava división. Ya al graduarme como director técnico profesional de fútbol ATFA, decido regresar a Colombia para laborar y buscar nuevas oportunidades”.
Dificultades de encontrar una oportunidad
“Al llegar al país fue muy complicado, pensé que se me iban abrir las puertas por mi título, es de entender, los grupos ya estaban conformados y los procesos ya venían desde hace mucho tiempo”.
Corpereira le abre las puertas
“En agosto del 2016 por cosas de la vida, el mismo profesor Rubén Darío Zapata, que era el coordinador de divisiones menores del Corpereira, me hizo un llamado para dirigir el equipo Sub20 que en ese tiempo lo tenía Jorge Patiño. Recuerdo que ganamos cinco partidos y empatamos uno y estuvimos a un punto de clasificar. Fue un logro muy grande y desde la administración decidieron que yo continuara. Este fue el primero y único equipo que me abrió las puertas en la ciudad”.
Experiencias que marcaron su vida
“Una de ellas fue el año pasado en Copa América, que realizamos con la secretaría. Alrededor de 320 niños de todas las comunidades de la ciudad, ver niños de Caimalito, La Carbonera, Puerto Caldas, de la Palmilla, Guacarí, uniformados, cada comunidad representaba a una selección, eso fue algo muy bonito y me impactó. La sonrisa de esos niños, la satisfacción, el ver que pudieron jugar esa vez en el Mora Mora, de verdad que el deporte social y comunitario me ha llenado”.
Dato
“Comencé en el fútbol desde escuelas de formación, grupo 30, Deportivo Pereira donde tuve los profesores Miguel Benítez, Juan Carlos Díaz Reina, estuve allí conformado los equipos juveniles hasta los 17 años. Cuando cumplo 18 y por cosas de la vida me entero que voy a ser papá entonces me toca decidir si sigo en el fútbol o trabajo”.
Rubén Darío Zapata, importante en su proceso
“Recibo la invitación del profesor Rubén Darío Zapata para ser parte del colegio Rafael Reyes, cuando estaba en trámites recibí la invitación del Sena para trabajar como tutor virtual y me incliné por la parte económica porque era prácticamente el doble del sueldo”.
Se capacitó en Argentina
“Me estaba frustrando en la parte futbolística, en lo que realmente yo quería, no habían oportunidades en este deporte y más de la manera paga. En enero del 2012 me dio la ‘chiripiorca’ para seguir buscando mi sueño y me fui para Argentina a estudiar, el primer año fútbol juvenil y el segundo profesional”.
Más preparado que nunca
“En Argentina hice mis pasantías con el club Lanús y seis meses laborando con un grupo de octava división. Ya al graduarme como director técnico profesional de fútbol ATFA, decido regresar a Colombia para laborar y buscar nuevas oportunidades”.
Dificultades de encontrar una oportunidad
“Al llegar al país fue muy complicado, pensé que se me iban abrir las puertas por mi título, es de entender, los grupos ya estaban conformados y los procesos ya venían desde hace mucho tiempo”.
Corpereira le abre las puertas
“En agosto del 2016 por cosas de la vida, el mismo profesor Rubén Darío Zapata, que era el coordinador de divisiones menores del Corpereira, me hizo un llamado para dirigir el equipo Sub20 que en ese tiempo lo tenía Jorge Patiño. Recuerdo que ganamos cinco partidos y empatamos uno y estuvimos a un punto de clasificar. Fue un logro muy grande y desde la administración decidieron que yo continuara. Este fue el primero y único equipo que me abrió las puertas en la ciudad”.
Experiencias que marcaron su vida
“Una de ellas fue el año pasado en Copa América, que realizamos con la secretaría. Alrededor de 320 niños de todas las comunidades de la ciudad, ver niños de Caimalito, La Carbonera, Puerto Caldas, de la Palmilla, Guacarí, uniformados, cada comunidad representaba a una selección, eso fue algo muy bonito y me impactó. La sonrisa de esos niños, la satisfacción, el ver que pudieron jugar esa vez en el Mora Mora, de verdad que el deporte social y comunitario me ha llenado”.
En Argentina estuve en cuatro superclásicos, Boca vs River, fue algo espectacular. Pude ver la selección jugar en el Monumental contra Argentina en un 0-0 por Eliminatorias. Vi partidos de Copa Libertadores, Sudamericana
Dato
- El profe Willy es un hincha a morir del Deportivo Pereira gracias a su papá y agradece al Sena por la confianza que siempre han tenido en él.
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