Más de tres meses lleva de muerta la vida nocturna en el país y en la ciudad, pues con la llegada del Coronavirus y la declaratoria de emerg...
Más de tres meses lleva de muerta la vida nocturna en el país y en la ciudad, pues con la llegada del Coronavirus y la declaratoria de emergencia sanitaria, los establecimientos de entretenimiento y ocio tuvieron que cerrar sus puertas y sepultar, los momentos de diversión y esparcimiento que le brindaban a sus clientes, especialmente durante las noches de los fines de semana.
Q’hubo habló con los propietarios y administradores de algunos de los establecimientos más icónicos de Pereira y pudo concluir que aunque el gremio atraviesa uno de sus peores momentos, estos se niegan a echar a la basura, décadas de sueños, ilusiones y tradición familiar.
La Milonguita
Marlon Moncada, propietario de la también reconocida y tradicional fuente de soda La Milonguita que lleva 40 años en Pereira, comentó que aunque “el panorama es difícil, tienen la esperanza de que pronto se pueda abrir”, razón por la cual nunca han pensado en cerrar.
Antes del aislamiento, La Milonguita contaba con cinco empleados, de los que actualmente solo está activo uno, a los demás tuvieron que suspenderles el contrato, pero les brindan algún tipo de ayuda.
Se reinventaron
Mencionó Marlon que “cerramos y teníamos para 4 meses de arriendo”, pero que el dinero ya se les acabó, por lo que en el local decidieron poner un café al paso y venta de licores tipo estanquillo, para lograr solventar gastos como el de los servicios y un porcentaje del arrendamiento.
“Hemos venido aguantando gracias a los clientes y a sus hijos o nietos que se acuerdan que el papá venía y nos piden algún domicilio, eso ha hecho que el negocio se mantenga”, puntualizó.
El pavo
Hugo Fernando Valencia, administrador de la reconocida fuente de soda El Pavo, comentó que para este negocio familiar que lleva casi 40 años en la ciudad, el panorama es y ha sido bastante oscuro por la incertidumbre que cobija al gremio.
Mencionó Valencia que ante la falta de recursos se vieron obligados a cancelar los contratos de sus empleados en el mes de mayo, afectando el sustento de 9 familias que dependen del negocio. Los gastos operacionales de El Pavo, son superiores a los 4 millones de pesos por mes.
Aliento
Comentó Hugo que muchos de los clientes de la fuente de soda, les envían mensajes de aliento y les dan ánimo para sobrevivir a la pandemia. “Se han solidarizado, sienten nostalgia que no puedan venir a este lugar que es de tanta tradición. Les servía para disipar el estrés”, enfatizó.
Gran esfuerzo
Por su parte Mario Jaramillo, propietario de la Cervecería El Lago y Opera Bar, comentó que la difícil situación, la incertidumbre y la falta de apoyo del gobierno para el gremio, lo tiene a punto de tirar la toalla, sin embargo, los años de dedicación invertidos para sacar su patrimonio adelante, lo mantienen de pie.
La cervecería lleva 16 años en la ciudad, contaba con 25 empleados para los fines de semana y recibía entre 500 y 600 clientes durante el fin de semana; Opera Bar que lleva 13 años de funcionamiento en Pereira, empleaba a siete personas.
Comentó Jaramillo que ante la falta de ingresos, tuvo que suspender los contratos de sus empleados, aunque en algunas ocasiones les ha ayudado con mercados.
También declaró que tuvo que solicitar facilidades de pago y descuento a los dueños de los locales, pero que hasta el momento uno de ellos no ha aceptado, también expuso que incluso los servicios públicos están llegando más costosos.
Positivos
* Mencionó el administrador de El Pavo que no pierden la esperanza de volver abrir sus puertas, aunque sea con la implementación de protocolos.
* Por su parte, Moncada de La milonguita, comentó que no tienen en la mente cerrar, porque “no vamos a tirar 40 años a la basura”.
* Mauricio Jaramillo expuso que la ilusión de volver abrir lo mantiene en pie.
Q’hubo habló con los propietarios y administradores de algunos de los establecimientos más icónicos de Pereira y pudo concluir que aunque el gremio atraviesa uno de sus peores momentos, estos se niegan a echar a la basura, décadas de sueños, ilusiones y tradición familiar.
Marlon Moncada, propietario de la también reconocida y tradicional fuente de soda La Milonguita que lleva 40 años en Pereira, comentó que aunque “el panorama es difícil, tienen la esperanza de que pronto se pueda abrir”, razón por la cual nunca han pensado en cerrar.
Antes del aislamiento, La Milonguita contaba con cinco empleados, de los que actualmente solo está activo uno, a los demás tuvieron que suspenderles el contrato, pero les brindan algún tipo de ayuda.
Se reinventaron
Mencionó Marlon que “cerramos y teníamos para 4 meses de arriendo”, pero que el dinero ya se les acabó, por lo que en el local decidieron poner un café al paso y venta de licores tipo estanquillo, para lograr solventar gastos como el de los servicios y un porcentaje del arrendamiento.
“Hemos venido aguantando gracias a los clientes y a sus hijos o nietos que se acuerdan que el papá venía y nos piden algún domicilio, eso ha hecho que el negocio se mantenga”, puntualizó.
El pavo
Hugo Fernando Valencia, administrador de la reconocida fuente de soda El Pavo, comentó que para este negocio familiar que lleva casi 40 años en la ciudad, el panorama es y ha sido bastante oscuro por la incertidumbre que cobija al gremio.
Mencionó Valencia que ante la falta de recursos se vieron obligados a cancelar los contratos de sus empleados en el mes de mayo, afectando el sustento de 9 familias que dependen del negocio. Los gastos operacionales de El Pavo, son superiores a los 4 millones de pesos por mes.
Aliento
Comentó Hugo que muchos de los clientes de la fuente de soda, les envían mensajes de aliento y les dan ánimo para sobrevivir a la pandemia. “Se han solidarizado, sienten nostalgia que no puedan venir a este lugar que es de tanta tradición. Les servía para disipar el estrés”, enfatizó.
Gran esfuerzo
Por su parte Mario Jaramillo, propietario de la Cervecería El Lago y Opera Bar, comentó que la difícil situación, la incertidumbre y la falta de apoyo del gobierno para el gremio, lo tiene a punto de tirar la toalla, sin embargo, los años de dedicación invertidos para sacar su patrimonio adelante, lo mantienen de pie.
La cervecería lleva 16 años en la ciudad, contaba con 25 empleados para los fines de semana y recibía entre 500 y 600 clientes durante el fin de semana; Opera Bar que lleva 13 años de funcionamiento en Pereira, empleaba a siete personas.
Comentó Jaramillo que ante la falta de ingresos, tuvo que suspender los contratos de sus empleados, aunque en algunas ocasiones les ha ayudado con mercados.
También declaró que tuvo que solicitar facilidades de pago y descuento a los dueños de los locales, pero que hasta el momento uno de ellos no ha aceptado, también expuso que incluso los servicios públicos están llegando más costosos.
Positivos
* Mencionó el administrador de El Pavo que no pierden la esperanza de volver abrir sus puertas, aunque sea con la implementación de protocolos.
* Por su parte, Moncada de La milonguita, comentó que no tienen en la mente cerrar, porque “no vamos a tirar 40 años a la basura”.
* Mauricio Jaramillo expuso que la ilusión de volver abrir lo mantiene en pie.
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