Un pésimo vecino tienen los habitantes de la calle 33 entre carreras sexta y séptima de Pereira, pues el sector conocido como ‘el Cidral’ de...
Un pésimo vecino tienen los habitantes de la calle 33 entre carreras sexta y séptima de Pereira, pues el sector conocido como ‘el Cidral’ desde su abandono, se convirtió en un nido de roedores y la casa de muchos habitantes de calle que allí van a hacer de las suyas.
Oficial
Desde la oficina de Control Físico de Pereira, se comprometieron a realizar visita de inspección a la zona y verificar a quién pertenece el lote.
El problema
Según los moradores de la zona, que además es bastante comercial y está en pleno centro de Pereira, las calles ahora se mantienen ‘minadas’, por la cantidad de materia fecal que allí dejan. “Uno todos los días encuentra estiércol por todo lado, eso es una cosa horrible por estas calles, hasta empacan el popó en bolsas y lo tiran a las cuerdas de la luz”, comentaron en el sector.
Según los moradores de la zona, que además es bastante comercial y está en pleno centro de Pereira, las calles ahora se mantienen ‘minadas’, por la cantidad de materia fecal que allí dejan. “Uno todos los días encuentra estiércol por todo lado, eso es una cosa horrible por estas calles, hasta empacan el popó en bolsas y lo tiran a las cuerdas de la luz”, comentaron en el sector.
Inseguridad
Este es otro problema de esa manzana, pues el lote abandonado y la oscuridad de la noche, se convierten en el lugar perfecto para los atracos y el consumo de drogas.
“Siempre hay indigentes, pero en la noche se ven más locos, a uno le toca pasar rápido porque le da susto, por ahí meten mucho vicio”, manifestaron los vecinos.
Animales
El abandono y la maleza, así como la basura que allí arrojan, también convirtió el lote en el hogar de roedores como ratones y zarigüeyas.
“Cuando uno menos piensa salen esos animales de ahí, le toca mantener a uno a cuatro ojos que no se le vaya a meter una rata de esas a la casa y son enormes”.
Este es otro problema de esa manzana, pues el lote abandonado y la oscuridad de la noche, se convierten en el lugar perfecto para los atracos y el consumo de drogas.
“Siempre hay indigentes, pero en la noche se ven más locos, a uno le toca pasar rápido porque le da susto, por ahí meten mucho vicio”, manifestaron los vecinos.
Animales
El abandono y la maleza, así como la basura que allí arrojan, también convirtió el lote en el hogar de roedores como ratones y zarigüeyas.
“Cuando uno menos piensa salen esos animales de ahí, le toca mantener a uno a cuatro ojos que no se le vaya a meter una rata de esas a la casa y son enormes”.
Oficial
Desde la oficina de Control Físico de Pereira, se comprometieron a realizar visita de inspección a la zona y verificar a quién pertenece el lote.
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