Un amargo amanecer tuvieron dos familias del barrio La Dulcera de Pereira que en pocos minutos vieron cómo el esfuerzo de muchos años quedó...
Un amargo amanecer tuvieron dos familias del barrio La Dulcera de Pereira que en pocos minutos vieron cómo el esfuerzo de muchos años quedó vuelto cenizas debido a un incendio que destruyó sus casas.
Eran las 4:45 de la madrugada de este 7 de agosto, los moradores de la casa 925 se despertaron por el olor y las explosiones propias de la madera cuando se está quemando.
Rápidamente descubrieron que las llamas provenían de la casa número 924 habitada por Néstor Julio Rodríguez Rendón, su esposa Francy Lorena Velásquez Martínez y su hija de 11 años, quienes al parecer no se habían enterado de lo que estaba pasando.
Cuando Francy Lorena escuchó los gritos de los vecinos, junto con esposo trató de bajar por las escaleras para apagar el fuego, pero no pudieron.
Incendio
La casa 924 está construida parte en esterilla y parte en ladrillo. El análisis de los bomberos indica que la conflagración habría empezado por un cortocircuito en la nevera, ubicada en la zona de esterilla, debido a ello las llamas se propagaron tan rápido y por la zona del patio se pasaron a la casa 925 que sí era completamente de esterilla, de esta no quedó ni rastro.
Afectados
En la casa 925 habitaban María Roseline Muñoz de 51 años, ama de casa, José Mauricio Vega de 52, ayudante de carpintería, tres hijos, una cuñada y tres nietos, uno recién nacido; estos manifestaron que, cuando se enteraron del incendio, trataron de apagarlo con agua, con mantas y hasta con la escoba, pero no pudieron evitar que las llamas se les metiera y cuando vieron la ‘pelea’ perdida, salieron para ver cómo se les destruía la propiedad, sin poderlo evitar.
Relataron que uno de los hijos se quemó tratando de sacar la pipa de gas para que no explotara y la tragedia fuera peor.
Bomberos
Los vecinos llamaron al cuerpo de Bomberos y estos llegaron a las 5:00 a.m. con tres máquinas y 15 socorristas. Duraron dos horas apagando las llamas y enfriando el terreno para que no reactivara el fuego.
Pérdidas
En la casa 924 donde vivía Néstor Julio Rodrígue Rendón a quien le dicen Kiko y su familia quedaron destruidos el baño, el lavadero, el comedor y la cocina, es decir toda la zona que era en esterilla y el calor reventó las ventanas de la zona en ladrillo que también quedó comprometida.
Por su parte en la casa 925 de José Mauricio Vega y familia, se quemó todo: tres habitaciones, la sala, la cocina, el baño y el patio.
Dato
Hace 8 años viven en la zona y empezaron a construir hace 3.
Dato
Las dos familias perdieron sus enseres, ahora necesitan de la ayuda de todos, pues esperan volver a construir.
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