Liliana Cardona Marín Ante la reciente emergencia ocurrida en el Parque Industrial, no caben más que preguntas: ¿Por qué se espera a los des...
Liliana Cardona Marín
Ante la reciente emergencia ocurrida en el Parque Industrial, no caben más que preguntas: ¿Por qué se espera a los desastres para actuar? ¿Por qué no son escuchadas con celeridad las comunidades que conocen su entorno? ¿Por qué los funcionarios hacen oídos sordos al eco que estas personas tienen en los medios de comunicación? ¿Por qué problemas de años deben esperar todavía más a que se haga un estudio? Lo único real es que hace falta mucha veeduría ciudadana en todos los procesos.
Bocacanoa no es un barrio recién construído pero lo parece, porque en 30 años no ha sido posible que les arreglen la vía de entrada, como es debido, que tengan agua potable de calidad o que desde la alcaldía de Dosquebradas les solucionen los problemas de los que los 400 habitantes ya se cansaron de recibir excusas y promesas.
Con todos estos desperfectos es todavía menos comprensible que el avalúo del predial les haya pasado de $150.000 a $300.000 o $600.000, como le ocurrió al tendero. En el reciente lanzamiento de ‘Vías para Dosquebradas’, el alcalde dijo que este sector estaba dentro de los arreglos contemplados, toca esperar a ver.
Ante la reciente emergencia ocurrida en el Parque Industrial, no caben más que preguntas: ¿Por qué se espera a los desastres para actuar? ¿Por qué no son escuchadas con celeridad las comunidades que conocen su entorno? ¿Por qué los funcionarios hacen oídos sordos al eco que estas personas tienen en los medios de comunicación? ¿Por qué problemas de años deben esperar todavía más a que se haga un estudio? Lo único real es que hace falta mucha veeduría ciudadana en todos los procesos.
Bocacanoa no es un barrio recién construído pero lo parece, porque en 30 años no ha sido posible que les arreglen la vía de entrada, como es debido, que tengan agua potable de calidad o que desde la alcaldía de Dosquebradas les solucionen los problemas de los que los 400 habitantes ya se cansaron de recibir excusas y promesas.
La vía sin pavimentar y el talud
Este problema es realidad de mucha más gente, solo que desde Bocacanoa es que lo hacen visible. Los habitantes de la Rivera alta y baja, Nueva Colombia, Los Pinos, Los Guamos y hasta Bosques de La Acuarela en su parte más alta hacen uso de este camino. Como si fuera poco, sobre esta vía hay un talud que hace tres años los amenaza, se vienen los pedazos, la gente lo mira, Diger y Alcaldía saben de su existencia, pero se volvió literalmente parte del paisaje ver el peligro inminente, sobre todo en las olas invernales, como la actual.La maleza se les creció
Ante la pregunta si ellos tienen agua potable por parte de Serviciudad, contestaron que de esta empresa les llega pero el recibo por el cobro de recolección de basuras y poda de zonas verdes, porque el agua es comunitaria. Lo primero se les da sin complicación, pero la maleza junto al gimnasio al aire libre, algunos frentes y sobre todo cerca a la cancha no se ve hace más de dos meses, que supuestamente es el tiempo de cada corte.En la tienda compran el agua
El problema de abastecimiento de agua en Dosquebradas es tan viejo, como la ausencia de un POT que asegure el abastecimiento a la población. Si hace 30 años que construyeron este barrio y que no había tantas unidades residenciales en el municipio, no pudieron darles acceso a una red de acueducto con suficiente presión, hoy lo único a lo que pueden recurrir las personas es a comprar la bolsa de dos litros por $3.000 o el porrón de $5.000 ante la turbiedad y color del ‘agua de barrio’, como ellos la llaman.¿Una cochera en una quebrada?
El agua de la quebrada El Cordoncillo, día a día se lleva lo que hasta hace un año era una ladera firme, la desviación del cauce a razón de un asentamiento ilegal y la construcción de una cochera evidencia el desgobierno en el que están. La Carder, dicen los vecinos, manda funcionarios a que tomen fotos y ya está. El problema realmente grave es que las vacaciones escolares están en la puerta, lo que se traduce en riesgo latente para los niños del sector. Lo único que hizo la Diger, fue poner una cinta amarilla para indicar peligro, pero la cinta se cayó y aunque los vecinos tratan de ubicarla nuevamente, es inservible a la hora de correr tras un balón, porque la cancha de Bocacanoa queda en el mismo lugar.Con todos estos desperfectos es todavía menos comprensible que el avalúo del predial les haya pasado de $150.000 a $300.000 o $600.000, como le ocurrió al tendero. En el reciente lanzamiento de ‘Vías para Dosquebradas’, el alcalde dijo que este sector estaba dentro de los arreglos contemplados, toca esperar a ver.
COMENTARIOS