El más reciente chubasco sobre el Área Metropolitana, que fue el lunes en la tarde, en las cafeterías del centro de Pereira, las servilletas...
El más reciente chubasco sobre el Área Metropolitana, que fue el lunes en la tarde, en las cafeterías del centro de Pereira, las servilletas y los vasos plásticos volaban por los aires, el ventarrón tampoco respetó sombrillas de ningún calibre y los establecimientos de comercio se llenaron, pero de personas en busca de refugio.
“Estaba viendo televisión acostado en esta primera pieza y tuve que ir al baño, de regreso vi que el tubo de la cortina se había safado y mientras lo organizaba sentí como una explosión. Me demoré como 20 minutos para entender qué pasaba. Los bomberos me abrieron la puerta para salir”.
De la destrucción solo quedó a salvo el escaso metro y medio que hay junto a esa ventana que da a la calle y Beltrán expresa que alguien delicado del corazón, en ese momento se hubiera infartado o que si demora dos minutos más en regresar, lo más seguro es que estaría muerto.
“No quedó nada en pie, ni camas, nevera o estufa, tampoco cocina ni baño y hasta el piso quedó vuelto nada. Voy a seguir celebrando mi cumpleaños el 30 de enero, porque ayer nací otra vez ”, así finalizó su relato el aterrado vecino de una construcción enseguida de su casa y tiene permiso de la curaduría primera para hacer una edificación nueva de tres pisos de la que se desplomaron los muros del lado izquierdo con la fuerza del vendaval al no tener vaciadas las columnas.
En La Nubia, los daños de consideración por la granizada se presentaron sobre aproximadamente 38 hectáreas en cultivos de aguacate, café y plátano. Además, cerca de 12 predios junto con la Subestación de Policía sufrieron destechamiento parcial. Así lo explicaron el secretario de Planeación de Marsella Elincer Herrera y una de las damnificadas, la señora Martha Lucía Meza.
Un día para recordar en Dosquebradas
“Cuando no es el día de uno, no es el día”, comenta todavía con incredulidad Jorge Eliecer Beltrán, el único habitante que a las 4:25 p.m. se encontraba en la casa del barrio Buenos Aires, en la carrera 15 con calle 43, cuando en medio de la tormenta sintió literalmente que el mundo se le vino encima.“Estaba viendo televisión acostado en esta primera pieza y tuve que ir al baño, de regreso vi que el tubo de la cortina se había safado y mientras lo organizaba sentí como una explosión. Me demoré como 20 minutos para entender qué pasaba. Los bomberos me abrieron la puerta para salir”.
De la destrucción solo quedó a salvo el escaso metro y medio que hay junto a esa ventana que da a la calle y Beltrán expresa que alguien delicado del corazón, en ese momento se hubiera infartado o que si demora dos minutos más en regresar, lo más seguro es que estaría muerto.
“No quedó nada en pie, ni camas, nevera o estufa, tampoco cocina ni baño y hasta el piso quedó vuelto nada. Voy a seguir celebrando mi cumpleaños el 30 de enero, porque ayer nací otra vez ”, así finalizó su relato el aterrado vecino de una construcción enseguida de su casa y tiene permiso de la curaduría primera para hacer una edificación nueva de tres pisos de la que se desplomaron los muros del lado izquierdo con la fuerza del vendaval al no tener vaciadas las columnas.
El viento salió a destrozar
En su paso demoledor, a la ventisca le alcanzó no solo para el centro de Pereira, sino para desviarse a Marsella antes de tomar la vía Cerritos. En este municipio afectó la zona poblada de la vereda Beltrán y Las Tazas - La Nubia, después de la caracterización que hizo la alcaldía local, el reporte dejó con colapso total del techo a tres viviendas y un local comercial en Beltrán y como consecuencia se perdieron casi todos los enseres, razón por la cual se hace el llamado a la Gobernación de Risaralda, para que entre a apoyar al municipio en la recuperación de estas familias.En La Nubia, los daños de consideración por la granizada se presentaron sobre aproximadamente 38 hectáreas en cultivos de aguacate, café y plátano. Además, cerca de 12 predios junto con la Subestación de Policía sufrieron destechamiento parcial. Así lo explicaron el secretario de Planeación de Marsella Elincer Herrera y una de las damnificadas, la señora Martha Lucía Meza.
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