Liliana Cardona Marín El domingo 5 de marzo, el teatro Santiago Londoño estuvo de celebración, ya son 33 años de servicio como el espacio cu...
Liliana Cardona Marín
El domingo 5 de marzo, el teatro Santiago Londoño estuvo de celebración, ya son 33 años de servicio como el espacio cultural por excelencia de los pereiranos. Con esta edad empezó su edad madura y así, como ocurre con las personas, ya denota que necesita latonería y pintura, como se dice popularmente. Precisamente esa es la buena noticia que ofreció Johanna Romero Zapata, directora de Escenarios de la Secretaría de Cultura, porque concluyeron los estudios por $140 millones realizados durante 2021 y 2022, para la renovación que necesita el recinto.
La última remodelación fue en el año 2012 y en 2014 tuvo lugar la más reciente modernización. En este momento ya está abierta la agenda al público, porque primero se debían asegurar los espacios propios para las muestras de las escuelas de formación de la Secretaría, pues son 8.000 estudiantes los que muestran sus aprendizajes en música, danza, teatro, artes visuales y coro al público en el Santiago Londoño.
“Dentro del Teatro hay otros espacios como el Teatro de Cámara con capacidad para 120 personas y la sala Carlos Drews Castro que ya tiene 17 años”, explica Romero Zapata, la directora también es consciente que en el tiempo que le queda a esta administración, no se alcanzan a terminar todas las obras, pero que lo importante es dejarlo rodando para que haya continuidad en la otra administración.
Fue un médico pereirano que donó los equipos de radioterapia al Hospital San Jorge y creó la Liga Contra el Cáncer. Integró la sociedad de Amigos del Arte que promovió en la ciudad numerosas expresiones culturales, su empeño y espíritu cívico fueron decisivos para la construcción de un teatro que permitiera a los ciudadanos disfrutar de grandes eventos y espectáculos.
El domingo 5 de marzo, el teatro Santiago Londoño estuvo de celebración, ya son 33 años de servicio como el espacio cultural por excelencia de los pereiranos. Con esta edad empezó su edad madura y así, como ocurre con las personas, ya denota que necesita latonería y pintura, como se dice popularmente. Precisamente esa es la buena noticia que ofreció Johanna Romero Zapata, directora de Escenarios de la Secretaría de Cultura, porque concluyeron los estudios por $140 millones realizados durante 2021 y 2022, para la renovación que necesita el recinto.
La última remodelación fue en el año 2012 y en 2014 tuvo lugar la más reciente modernización. En este momento ya está abierta la agenda al público, porque primero se debían asegurar los espacios propios para las muestras de las escuelas de formación de la Secretaría, pues son 8.000 estudiantes los que muestran sus aprendizajes en música, danza, teatro, artes visuales y coro al público en el Santiago Londoño.
El diagnóstico
Para el caso de la cubierta que será lo más próximo, la Secretaría de Cultura ya está en el proceso de licitación y se hará por fases, para no interrumpir la actividad cultural. A pesar de la edad que ya tiene, es un teatro que cumple con las características y requerimientos que traen los empresarios o los artistas. El asunto está en que hace 33 años no existían algunas normas con referencia a la cantidad de público (873 personas) y las áreas hidrosanitarias que se quedaron cortas por ejemplo. También hay que renovar la silletería, ampliar los camerinos y renovar la fachada, que le va a dar más impacto como ciudad. En la parte eléctrica, porque a ciencia cierta, las luces del Teatro todavía son halógenas y hace ratico debieron haber sido cambiadas por LED, estas entrarían en el proceso de equipamiento dentro de la mecánica teatral.“Dentro del Teatro hay otros espacios como el Teatro de Cámara con capacidad para 120 personas y la sala Carlos Drews Castro que ya tiene 17 años”, explica Romero Zapata, la directora también es consciente que en el tiempo que le queda a esta administración, no se alcanzan a terminar todas las obras, pero que lo importante es dejarlo rodando para que haya continuidad en la otra administración.
COMENTARIOS