Tal vez un problema o la depresión llevaron a Luis Aníbal Marín Campiño, de 65 años, a ponerle fin a su vida en la mañana de ayer, en el bar...
Tal vez un problema o la depresión llevaron a Luis Aníbal Marín Campiño, de 65 años, a ponerle fin a su vida en la mañana de ayer, en el barrio Matecaña del municipio de Apía; su muerte consternó a toda su familia, vecinos y amigos.
¿Qué pasó?
Los hechos se registraron a las 4:00 de la mañana en la calle 5 con carrera 8 del barrio Alto Matecaña, ubicado en el casco urbano del municipio. Luis Aníbal aprovechó que vivía solo en un inquilinato, madrugó y con un arma de fuego le puso fin a sus días.
Los vecinos no escucharon los dos disparos; sin embargo, un habitante de la casa se percató de que don Luis no se había levantado para ir a trabajar, le tocó la puerta en repetidas ocasiones, lo llamaba y debido a que no respondía, se subió en un lavadero y lo observó en el baño sentado en medio de un lago hemático.
En medio de su asombro no tuvo más remedio que contar lo que había pasado a los demás residentes y a las autoridades de policía que se desplazaron al lugar para constatar la información.
Liliana Marín, hija de don Aníbal, recibió la triste noticia; a las 7:05 de la mañana golpearon la puerta de su casa para notificarle que su padre estaba muerto.
El grupo de criminalística de la Sijín de Risaralda realizó la inspección técnica al lugar de los hechos, donde incautaron un arma de fuego tipo pistola de fabricación artesanal, calibre 38. Él les había manifestado a los familiares que la había adquirido por seguridad, más nunca pensaron que tuviera otras intenciones. El cuerpo fue trasladado a Medicina Legal de Apía para su respectiva necropsia.
Los móviles
Aunque las razones que llevaron a la muerte de Luis Aníbal son materia de investigación, al parecer el hombre tenía problemas de salud. Esta semana les manifestó en varias oportunidades, a sus compañeros de corte en una finca, que se quería morir, que se sentía aburrido.
Dato
Luis Aníbal era del municipio de Apía donde vive su familia, tenía dos hijos, laboraba como agricultor y vivía solo en una pieza.
Él era una persona de bien, trabajadora, no era de problemas, conocido en el pueblo, muy buena gente y amable, expresaron sus conocidos.
¿Qué pasó?
Los hechos se registraron a las 4:00 de la mañana en la calle 5 con carrera 8 del barrio Alto Matecaña, ubicado en el casco urbano del municipio. Luis Aníbal aprovechó que vivía solo en un inquilinato, madrugó y con un arma de fuego le puso fin a sus días.
Los vecinos no escucharon los dos disparos; sin embargo, un habitante de la casa se percató de que don Luis no se había levantado para ir a trabajar, le tocó la puerta en repetidas ocasiones, lo llamaba y debido a que no respondía, se subió en un lavadero y lo observó en el baño sentado en medio de un lago hemático.
En medio de su asombro no tuvo más remedio que contar lo que había pasado a los demás residentes y a las autoridades de policía que se desplazaron al lugar para constatar la información.
Liliana Marín, hija de don Aníbal, recibió la triste noticia; a las 7:05 de la mañana golpearon la puerta de su casa para notificarle que su padre estaba muerto.
El grupo de criminalística de la Sijín de Risaralda realizó la inspección técnica al lugar de los hechos, donde incautaron un arma de fuego tipo pistola de fabricación artesanal, calibre 38. Él les había manifestado a los familiares que la había adquirido por seguridad, más nunca pensaron que tuviera otras intenciones. El cuerpo fue trasladado a Medicina Legal de Apía para su respectiva necropsia.
Los móviles
Aunque las razones que llevaron a la muerte de Luis Aníbal son materia de investigación, al parecer el hombre tenía problemas de salud. Esta semana les manifestó en varias oportunidades, a sus compañeros de corte en una finca, que se quería morir, que se sentía aburrido.
Dato
Luis Aníbal era del municipio de Apía donde vive su familia, tenía dos hijos, laboraba como agricultor y vivía solo en una pieza.
Él era una persona de bien, trabajadora, no era de problemas, conocido en el pueblo, muy buena gente y amable, expresaron sus conocidos.
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