La muerte de Bernardo Ángel Ocampo no solo despertó las alertas de las autoridades judiciales, también de todos los ciudadanos que predicen ...
La muerte de Bernardo Ángel Ocampo no solo despertó las alertas de las autoridades judiciales, también de todos los ciudadanos que predicen posibles represalias de la organización criminal Cordillera. Se conocieron más detalles del homicidio y la tardía reacción de la Policía Metropolitana de Pereira, debido a la falta de personal.
¿Qué pasó?
En la mañana de ayer, el CTI de la fiscalía inició las labores de investigación con el fin de recolectar evidencias que conlleven esclarecer el triple homicidio de Óscar Javier Giraldo Agudelo, Santiago Bedoya Hernández y alias Berny, la cual está a cargo de la fiscalía 38 seccional de vida de Pereira.
Los detalles
Bernardo Ángel Ocampo, había estado con su esposa en misa, en la iglesia Nuestra Señora de Fátima, cuando salió de allí, caminaba con ella cogido de la mano, en la esquina estaba la camioneta Toyota color negra de placa NFM321, que tenía blindaje 5, Por su parte los sicarios, estaban en la esquina, en un carro marca Renault Logan, de placa FNT 855 esperándolos para no darles tiempo de nada, ya lo tenían identificado, llegaron media hora antes.
Berny le quitó el seguro a la camioneta mientras se acercaba a ella, en ese momento dos sujetos, entre ellos Santiago, se bajaron con pistola en mano del automóvil, le dispararon al escolta Óscar Javier Giraldo, que ni siquiera tuvo tiempo de sacar la pistola, quedó con ella en la pretina del pantalón. A él le pegaron cuatro disparos en la cabeza y uno en la espalda, ‘lo aseguraron’, como dice el lenguaje criminal.
Apenas sonaron los primeros tiros, Berny y su esposa intentaron correr para subirse a la camioneta, pero Santiago le propinó el primer disparo en la cabeza al hombre, Berny cayó a un lado de la puerta de atrás de su carro, mientras que la mujer se refugió detrás del mismo.
Estando en el suelo, otro sicario se acercó para rematarlo, le propinó dos disparos más en la cabeza. Por su parte, Carlos Andrés Ramírez Giraldo (escolta herido), le disparó a Santiago, quien cayó al suelo con un disparo en la cabeza y uno en la espalda; el cómplice de este se devolvió y le disparó a Carlos en varias ocasiones. Todo indica que el conductor del carro en el que se movilizaban, al ver que mataron a uno de sus compañeros, decidió arrancar solo, terminó arrollando el cuerpo de Santiago, le pasó por encima y por eso este quedó enseguida del cuerpo de Berny.
Mientras que el otro sicario le sigue disparando a Ramírez Giraldo, quien recibió más de 10 balazos, aún así sigue vivo; este delincuente corrió a pie detrás del vehículo y con la pistola en la mano hacia el sector de Maraya por la calle 48 con dirección a la carrera 11, lugar donde fue encontrado el carro abandonado, pues luego cambiaron de vehículo y huyeron en otro diferente.
Los sicarios tenían guantes negros, estaban vestidos con ropa negra, pero ninguno cubrió su rostro, todos quedaron descubiertos ante la mirada de la gente.
Aunque las autoridades están recolectando videos de las diferentes cámaras de seguridad, al parecer los presuntos sicarios, quienes obtuvieron información de donde, cuando y la hora donde iba a estar su víctima utilizaron más de un carro para escapar y esconder el arma de fuego.
Aunque se rumoraba que para haber en la escena 70 vainillas tuvo que haber sido con una sub ametralladora, las armas incautadas tanto del escolta Carlos Andrés Ramírez Giraldo y del sicario eran pistolas calibre 9 milímetros.
Los móviles
Q’hubo conoció de manera extraoficial que detrás de la muerte de Berny podría estar un narcotraficante de la ciudad de Medellín, con quien al parecer tuvo una seria diferencia; aunque un jefe de alto nivel intentó mediar, se estima que el sujeto arregló el problema por las malas.
El sicario que perdió la vida, era de la ciudad de Medellín; en la mañana de ayer las autoridades judiciales realizaron la inspección técnica al cuerpo, el cual ingresó a las 5:10 de la tarde a Medicina Legal de Pereira. Los médicos forenses llevarán a cabo su necropsia y se espera que algún familiar lo reclame hoy.
No hubo buena reacción
Por desgracia, este nuevo hecho de sangre dejó en evidencia la falta de policías en la capital, pues solo había una patrulla para cubrir las áreas correspondientes a los CAI Jardín y San Nicolás; evidencia de ello fue que, cuando pasó el peligro, los transeúntes se acercaron a los cuerpos, tomaron fotos de cerca, videos y en ninguno de ellos se ve a la policía.
¿Qué pasó?
En la mañana de ayer, el CTI de la fiscalía inició las labores de investigación con el fin de recolectar evidencias que conlleven esclarecer el triple homicidio de Óscar Javier Giraldo Agudelo, Santiago Bedoya Hernández y alias Berny, la cual está a cargo de la fiscalía 38 seccional de vida de Pereira.
Los detalles
Bernardo Ángel Ocampo, había estado con su esposa en misa, en la iglesia Nuestra Señora de Fátima, cuando salió de allí, caminaba con ella cogido de la mano, en la esquina estaba la camioneta Toyota color negra de placa NFM321, que tenía blindaje 5, Por su parte los sicarios, estaban en la esquina, en un carro marca Renault Logan, de placa FNT 855 esperándolos para no darles tiempo de nada, ya lo tenían identificado, llegaron media hora antes.
Berny le quitó el seguro a la camioneta mientras se acercaba a ella, en ese momento dos sujetos, entre ellos Santiago, se bajaron con pistola en mano del automóvil, le dispararon al escolta Óscar Javier Giraldo, que ni siquiera tuvo tiempo de sacar la pistola, quedó con ella en la pretina del pantalón. A él le pegaron cuatro disparos en la cabeza y uno en la espalda, ‘lo aseguraron’, como dice el lenguaje criminal.
Apenas sonaron los primeros tiros, Berny y su esposa intentaron correr para subirse a la camioneta, pero Santiago le propinó el primer disparo en la cabeza al hombre, Berny cayó a un lado de la puerta de atrás de su carro, mientras que la mujer se refugió detrás del mismo.
Estando en el suelo, otro sicario se acercó para rematarlo, le propinó dos disparos más en la cabeza. Por su parte, Carlos Andrés Ramírez Giraldo (escolta herido), le disparó a Santiago, quien cayó al suelo con un disparo en la cabeza y uno en la espalda; el cómplice de este se devolvió y le disparó a Carlos en varias ocasiones. Todo indica que el conductor del carro en el que se movilizaban, al ver que mataron a uno de sus compañeros, decidió arrancar solo, terminó arrollando el cuerpo de Santiago, le pasó por encima y por eso este quedó enseguida del cuerpo de Berny.
Mientras que el otro sicario le sigue disparando a Ramírez Giraldo, quien recibió más de 10 balazos, aún así sigue vivo; este delincuente corrió a pie detrás del vehículo y con la pistola en la mano hacia el sector de Maraya por la calle 48 con dirección a la carrera 11, lugar donde fue encontrado el carro abandonado, pues luego cambiaron de vehículo y huyeron en otro diferente.
Los sicarios tenían guantes negros, estaban vestidos con ropa negra, pero ninguno cubrió su rostro, todos quedaron descubiertos ante la mirada de la gente.
Aunque las autoridades están recolectando videos de las diferentes cámaras de seguridad, al parecer los presuntos sicarios, quienes obtuvieron información de donde, cuando y la hora donde iba a estar su víctima utilizaron más de un carro para escapar y esconder el arma de fuego.
Aunque se rumoraba que para haber en la escena 70 vainillas tuvo que haber sido con una sub ametralladora, las armas incautadas tanto del escolta Carlos Andrés Ramírez Giraldo y del sicario eran pistolas calibre 9 milímetros.
Los móviles
Q’hubo conoció de manera extraoficial que detrás de la muerte de Berny podría estar un narcotraficante de la ciudad de Medellín, con quien al parecer tuvo una seria diferencia; aunque un jefe de alto nivel intentó mediar, se estima que el sujeto arregló el problema por las malas.
El sicario que perdió la vida, era de la ciudad de Medellín; en la mañana de ayer las autoridades judiciales realizaron la inspección técnica al cuerpo, el cual ingresó a las 5:10 de la tarde a Medicina Legal de Pereira. Los médicos forenses llevarán a cabo su necropsia y se espera que algún familiar lo reclame hoy.
No hubo buena reacción
Por desgracia, este nuevo hecho de sangre dejó en evidencia la falta de policías en la capital, pues solo había una patrulla para cubrir las áreas correspondientes a los CAI Jardín y San Nicolás; evidencia de ello fue que, cuando pasó el peligro, los transeúntes se acercaron a los cuerpos, tomaron fotos de cerca, videos y en ninguno de ellos se ve a la policía.
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