El país entero vivió varios días de terror durante el Plan Pistola que vivieron los guardianes del Inpec, si bien todo empezó en el Valle d...
El país entero vivió varios días de terror durante el Plan Pistola que vivieron los guardianes del Inpec, si bien todo empezó en el Valle del Cauca alcanzó diferentes municipios en todo el territorio nacional y ahora estos grupos están en búsqueda de entablar diálogos con el gobierno.
Apoyo desde Risaralda
El presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios (UTP) de Risaralda, Pedro Vargas se manifestó al respecto, ya que adoptó las medidas tomadas por los líderes sindicales a nivel nacional, “efectivamente nosotros como UTP nos unimos a nivel nacional, al paro nacional que se efectuó, el cual consta de hacer asambleas informativas, mientras nosotros estemos en ellas no se permite en la entrada de abogados y no se permite el funcionamiento normal”.
En otras palabras durante el día se toman espacios de varias horas para realizar asambleas, velatones, reuniones y misas, pero durante este tiempo no hay atención, sin dejar de lado la obligación de estar presentes y resguardar a los privados de la libertad.
Los escucharon
Tras las constantes quejas y los problemas que se enfrentan para que avance la justicia el Gobierno Nacional declaró en las últimas horas la emergencia carcelaria y se conoció que los grupos delincuenciales, en otro comunicado, anunciaron el cese al Plan Pistola mientras se entablan negociaciones con la presidencia.
Recordemos
Durante los últimos días de enero y los primeros días de febrero rodó un comunicado por parte del grupo delincuencial El Mago donde anunciaba que iban a ir en contra de los guardianes del Inpec por el trato de los presos, le estaban exigiendo al Gobierno Nacional una respuesta a esto o iban a empezar un plan pistola en contra de los funcionarios, cosa que cumplieron, ya que el 7 de febrero se conoció un segundo panfleto en el que decía que iban a cumplir las amenazas.
Desde ese día en todo el país se presentaron varios hechos de violencia en contra de esta fuerza uniformada civil, como los vistos principalmente en el municipio de Tuluá donde un guardia fue asesinado y hasta el mismo alcalde tuvo que huir mientras era militarizado el pueblo; esa no fue la única muerte, en Cartagena y Cúcuta dos guardianes más fueron asesinados y en Medellín una quedó gravemente herida.
Dato
Por fortuna en el departamento de Risaralda no hubo ataques en contra de los guardianes del Inpec, el caso más cercano ocurrió en Armenia donde dispararon a la puerta de la cárcel.
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