Liliana Cardona Marín El extenso jarillón que se construyó en predios de la exsenadora María Isabel Mejía, como parte de la solución que se ...
Liliana Cardona Marín
El extenso jarillón que se construyó en predios de la exsenadora María Isabel Mejía, como parte de la solución que se le podía dar a las recurrentes inundaciones en este municipio, tuvo que ser intervenido y dejar la tierra sin protección de la capa de cemento para reparar la tubería de 12 pulgadas aproximadamente que trae el agua desde el Cañón del Totuy en Santuario, Risaralda, pues a finales de junio se generó escape del líquido y puso en aprietos a la Administración del alcalde Botero.Vista general del jarillón y el agua que se empoza al otro lado. |
La reunión
Por tal motivo, Juan Carlos Botero se dio a la tarea de solicitar la intervención de la Corporación Autónoma Carder e invitar al Ingenio, para que entre las tres partes aunaran esfuerzos para la intervención definitiva.“Para hacer la reparación del tubo, se vio comprometida la estructura del jarillón de la zona norte, ante la necesidad de abrir un boquete y la lluvia agrava esta situación, porque socava el jarillón”, explicaron desde la Alcaldía.
La Carder le dio autorización a las Empresas de Servicios Públicos para hacer la reparación del tubo, se podría decir que ya se hizo la reparación, aunque el jueves 11 de julio en visita al lugar, todavía se percibía un leve escape y un empozamiento al otro lado del jarillón, no se sabe si es agua acumulada del daño o agua lluvia estancada, cosa que con el clima del lugar es poco probable.
Aquí se observa la reparación y el remanente de agua. |
Julio César Gómez, director de la Carder, se desplazó hasta el Puerto Dulce, allí en reunión con el alcalde se decidió concretar una bolsa común en la que la Corporación Ambiental entregará $100 millones, la Alcaldía pondrá $150 millones a través de Empresas Públicas y el Ingenio Risaralda también aportará $50 millones, ya que se llegó a la conclusión que la reparación de ese tramo de jarillón cuesta $300 millones. No fue un daño fortuito, la prioridad era que La Virginia no se quedara sin suministro de agua.
“Atendiendo una denuncia que se viralizó en las redes en el municipio de La Virginia, tomamos nota de las preocupaciones del señor alcalde, vinimos a este sitio con el Ingenio Azucarero del Risaralda, ya hemos tomado una decisión que la va a liderar el Municipio, para darle agilidad a este proceso y evitar que tengamos una ruptura del tubo madre que comunica y lleva el agua a La Virginia, hay que prevenir una tragedia que podría ocurrir por desconfinamiento y daño del jarillón”, expresó Julio Cesar Gómez, durante la visita al lugar.
“Muchas gracias al director de la Carder, por estar pendiente de todas las situaciones que pasan en el Municipio en el tema ambiental, en este momento hemos hecho un esfuerzo económico, porque la idea es darle solución pronta a este suceso”, especificó Juan Carlos Botero.
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