En más de una ocasión las mujeres han denunciado sobre el acoso callejero, colectivos, grupos, organizaciones y autoridades han hecho visib...
En más de una ocasión las mujeres han denunciado sobre el acoso callejero, colectivos, grupos, organizaciones y autoridades han hecho visible este fenómeno que le quita tranquilidad a sus víctimas y que no alcanza a contar como un delito en sí mismo.
Un caso más
El lunes 24 de junio, la Policía Metropolitana de Pereira, recibió una llamada a la línea 123 cerca de las 10:00 de la mañana, se trataba de la retención de un hombre identificado como Fabio Nelson Soto, de 43 años; cuando los uniformados llegaron al lugar una mujer de 41 años y otros ocupantes de un bus les contaron lo ocurrido.
Al parecer, el sujeto iba en una de las rutas que pasa por el sector de Pedregales hacia el Parque Industrial, en el trayecto anterior se sentó al lado de la víctima y empezó a tocarse sus partes genitales y cuando estaban ingresando a la vía vieja trató de besar a una mujer.
Entre ella y la comunidad tomaron al sujeto, lo bajaron del bus y llamaron a las autoridades, este fue capturado y al día siguiente se realizó la audiencia de control de garantías en su contra, en la cual la Fiscalía le imputó el delito de injuria por vías de hecho, cargo que no aceptó y sin más quedó en libertad. Este delito está definido en el Código Penal Colombiano como ‘El que haga a otra persona imputaciones deshonrosas’ y tiene una pena mínima de 16 meses, con una máxima de 54.
Más allá
Para conocer un poco más de este fenómeno en la ciudad de Pereira, este medio de comunicación entrevistó a Ángela María Esteban, miembro del colectivo Cinenshute, quienes realizan un trabajo sobre el acoso callejero; antes de entrar en materia, ella dejó claro que el estudio que están haciendo no es cuantitativo (contable), sino cualitativo (referente a cualidades), ya que el acoso callejero no tiene cómo medirse en cifras, porque muchas de las víctimas no denuncian, mientras que a otras no les creen por no tener prueba y no les reciben el testimonio.
Ángela María Esteban |
El trabajo realizado por este colectivo ha estado centrado en identificar cuáles son los puntos de la ciudad donde las mujeres se sienten más acosadas, así como en las consecuencias para las víctimas; para el primer ítem realizaron mapeos desde el 2022 en los que identificaron tres tipos de lugares, el espacio público, el transporte público y los bares; en estos sitios los tipos de acoso más frecuente son las palabras lesivas, miradas y gestos obscenos, así como algunos casos de tocamientos, especialmente a las piernas, levantamiento de faldas o roce de genitales por parte de un tercero.
Para el segundo, el lado de las consecuencias a las víctimas, Ángela María manifestó que “el acoso callejero es una violencia que no está justificada o siempre se ha considerado como una violencia menor y no se le da la importancia debida, hay que pensar qué afectación tiene conductualmente en la vida de una mujer”, ella habla de que las mujeres cambian sus hábitos, las vías por las que se moviliza, la forma de vestir, así como afectaciones psicológicas al estar expuesta y vivir ese tipo de violencia.
Dato
El centro y la avenida Circunvalar son los sitios donde más inseguras se sienten las mujeres en términos de acoso en toda la ciudad.
Cinenshute
Este colectivo conformado por 4 mujeres investiga y habla sobre las problemáticas que por su orientación sexual enfrentan mujeres lesbianas y bisexuales; sobre esa línea han hecho varios estudios, aunque siempre tomando de partida los problemas de la mujer desde un enfoque de género.
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