Liliana Cardona Marín Un lugar para el esparcimiento que acoge a muchos y le importa a muy pocos. No piden grandes obras, solo adecuaciones....
Liliana Cardona Marín
Un lugar para el esparcimiento que acoge a muchos y le importa a muy pocos. No piden grandes obras, solo adecuaciones.
Decir en Cuba, ‘voy pa Tres Canchas’, es decir tradición, familias, amigos y sano esparcimiento. Lo que no se entiende del todo es ¿por qué no ha contado con el mantenimiento por parte de las diferentes alcaldías de Pereira? Los mandatarios profesan querer una juventud alejada del consumo y las prácticas criminales, pero se queda en buenos deseos, si no se atienden lugares como este.
Andrés Tabares comenta que “No estamos pidiendo lo mismo que exigen los líderes comunales, porque sabemos que la canalización de la quebrada El Oso, necesita de una inversión aproximada de $13.500 millones, deseamos simplemente que tengamos iluminación y cosas mínimas, porque el alcalde estuvo en la Byron Gaviria hace más o menos 20 días y yo le transmití esto: alcalde lo que pasa es que Cuba solo tiene el parque El Oso y nosotros tenemos siete escuelas de fútbol, no tenemos escenarios deportivos para entrenar”.
La vía de acceso se ha convertido en escombrera, a ellos hasta les tocó cerrar la entrada, porque las escuelas de conducción aprovechaban el espacio y un particular alguna vez llegó a guardar hasta siete carros. Dejaron un espacio alterno propicio para que un vehículo de rescate entre, porque ya les tocó una situación de emergencia.
Un lugar para el esparcimiento que acoge a muchos y le importa a muy pocos. No piden grandes obras, solo adecuaciones.
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| Hay mucho por hacer en Tres Canchas. |
El estado actual
En la visita al lugar atendió Andrés Tabares, líder deportivo del barrio Villa Kennedy y en general de la comuna Perla del Otún, él en asocio con otro líder, Jorge Grisales, comenta que necesitan mejorar algunos arcos de fútbol, que la red que hay atrás para que los balones no se vayan a la quebrada El Oso, la compraron ellos. Y es que de verdad la Alcaldía debe darle la mano al lugar, porque hay dos estructuras en cemento que hacen las veces de tribuna, un kiosko que debieron casi demoler, porque era utilizado para actividades poco decentes y la grama está baja, pero porque estos dos dolientes pagan, porque desde octubre del año pasado, las cuadrillas de Atesa, solo se han aparecido dos veces.Andrés Tabares comenta que “No estamos pidiendo lo mismo que exigen los líderes comunales, porque sabemos que la canalización de la quebrada El Oso, necesita de una inversión aproximada de $13.500 millones, deseamos simplemente que tengamos iluminación y cosas mínimas, porque el alcalde estuvo en la Byron Gaviria hace más o menos 20 días y yo le transmití esto: alcalde lo que pasa es que Cuba solo tiene el parque El Oso y nosotros tenemos siete escuelas de fútbol, no tenemos escenarios deportivos para entrenar”.
Un parque y baños
Tres Canchas es un espacio inmenso, pero carece de baterías sanitarias y lo que indica el líder es que a los deportistas les toca buscar entre la maleza un lugar, situación que se agrava si es una niña, una madre o la esposa de algún jugador, porque se arriesgan a una picadura de cualquier bicho. “¿Ustedes se imaginan que aquí instalaran un parque al aire libre? Los mismos deportistas podrían utilizarlo antes de jugar. Además, aquí también traen en las mañanas a grupos de adultos mayores o niños de las guarderías y tampoco hay un parque infantil”. |
| En lo que era el kiosko pueden quedar los baños. |
La cancha de micro
El sitio quedó conocido como Tres Canchas, pero son realmente dos, porque una fue arrasada hasta la mitad por la quebrada. A pocos metros también hay un espacio que alguna vez fue cancha de microfútbol, pero no hay graderías, también tiene tableros para baloncesto pero se robaron los aros. Andrés dice: “Estos arcos nos servirían en las otras canchas, porque las medidas no son las mismas cuando juegan niños que adultos”.La vía de acceso se ha convertido en escombrera, a ellos hasta les tocó cerrar la entrada, porque las escuelas de conducción aprovechaban el espacio y un particular alguna vez llegó a guardar hasta siete carros. Dejaron un espacio alterno propicio para que un vehículo de rescate entre, porque ya les tocó una situación de emergencia.
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