Un trágico desenlace tuvo la historia de Julián Nieto Acevedo, el pereirano de 35 años que estaba desaparecido en Brasil desde el miércoles ...
Un trágico desenlace tuvo la historia de Julián Nieto Acevedo, el pereirano de 35 años que estaba desaparecido en Brasil desde el miércoles 23 de octubre.
Las autoridades de ese país informaron que su cuerpo fue hallado calcinado en una zona apartada de Goiás, Brasil. La investigación indica que habría ocurrido luego de haber insistido en el cobro de una deuda; según el medio Portaltela.com, Nieto ejercía presión sobre uno de los sospechosos, dueño de un lavadero de autos.
En una operación conjunta de las policías Militar y Civil, los agentes localizaron y arrestaron a los sospechosos en Águas Lindas, una localidad cercana al Distrito Federal. Según los informes policiales, Julián había prestado dinero al dueño del negocio, quien, al sentirse acorralado y temeroso de que la víctima involucrara a su padre en el asunto, decidió acabar con su vida.
El presunto autor confesó haber planeado el crimen junto a un cómplice menor de edad. Según los detalles ofrecidos a la policía, el adolescente utilizó una cuerda para estrangular a la víctima en un brutal ataque. Después, ambos escondieron el cuerpo en el auto de un cliente del lavado de autos, y lo trasladaron a un área remota en el Sector 15, donde intentaron deshacerse de las pruebas prendiendo fuego al cadáver.
La desaparición de Julián alertó a sus familiares y amigos, quienes rápidamente avisaron a las autoridades. Las denuncias y la coordinación entre las fuerzas de seguridad llevaron a la identificación y captura de los presuntos responsables.
El principal sospechoso, quien ya tenía antecedentes de homicidio, tráfico de drogas y porte ilegal de armas, se encuentra a disposición de las autoridades, quienes aguardan el resultado de los exámenes periciales para confirmar formalmente la identidad de la víctima.
¿Quién era Julián?
Nacido y criado en el barrio San Nicolás de Pereira, Julián era padre de tres hijos y el cuarto de seis hermanos, en una familia donde la emigración ya ha tocado a otros miembros: una de sus hermanas vive en España.
Recordemos
Julián había emigrado hace un año y medio para trabajar como cobrador. La última vez que habló con su mamá fue el miércoles 23 de octubre a las 8:00 a.m., El último en saber de él fue su jefe, quien habló con Julián cerca de las 11:15 a.m. A esa hora, Julián le comentó que su pantalón se había roto mientras bajaba de la moto, por lo que se dirigió a un mercado cercano para comprar uno nuevo. Su jefe notó que no respondía a los mensajes y que la motocicleta que utilizaba no se había movido del mercado. Intrigado, acudió con otro trabajador al lugar, donde encontraron el vehículo estacionado y el pantalón roto de Julián, pero de él no había señales.
Familia espera repatriarlo
Después de esta trágica noticia, la familia de Julián busca ayuda gubernamental para realizar la repatriación del cuerpo. Las autoridades en Brasil apenas les dan 15 días de plazo, antes de sepultarlo en una fosa. Se conoció que este trámite, de realizarse de manera particular podría costar alrededor de 30 millones de pesos, por eso los allegados urgen de apoyo.
La captura
El martes 29 de octubre, en horas de la tarde, la policía militar localizó al dueño del lavadero, quien confesó haber asesinado al colombiano Julián Nieto Acevedo, argumentando que cometió el crimen debido a la presión que recibía para pagar una deuda. En su declaración, el sospechoso condujo a los agentes hasta la casa de un adolescente de 17 años, quien lo ayudó a estrangular e incinerar el cuerpo de Julián. Posteriormente, ambos sospechosos acompañaron a la policía hasta un área de matorrales donde habían abandonado el cadáver. Tanto el propietario del establecimiento como el adolescente fueron acusados de ocultación de cadáver y asesinato, aunque sus identidades aún no han sido reveladas.
Las autoridades de ese país informaron que su cuerpo fue hallado calcinado en una zona apartada de Goiás, Brasil. La investigación indica que habría ocurrido luego de haber insistido en el cobro de una deuda; según el medio Portaltela.com, Nieto ejercía presión sobre uno de los sospechosos, dueño de un lavadero de autos.
En una operación conjunta de las policías Militar y Civil, los agentes localizaron y arrestaron a los sospechosos en Águas Lindas, una localidad cercana al Distrito Federal. Según los informes policiales, Julián había prestado dinero al dueño del negocio, quien, al sentirse acorralado y temeroso de que la víctima involucrara a su padre en el asunto, decidió acabar con su vida.
El presunto autor confesó haber planeado el crimen junto a un cómplice menor de edad. Según los detalles ofrecidos a la policía, el adolescente utilizó una cuerda para estrangular a la víctima en un brutal ataque. Después, ambos escondieron el cuerpo en el auto de un cliente del lavado de autos, y lo trasladaron a un área remota en el Sector 15, donde intentaron deshacerse de las pruebas prendiendo fuego al cadáver.
La desaparición de Julián alertó a sus familiares y amigos, quienes rápidamente avisaron a las autoridades. Las denuncias y la coordinación entre las fuerzas de seguridad llevaron a la identificación y captura de los presuntos responsables.
El principal sospechoso, quien ya tenía antecedentes de homicidio, tráfico de drogas y porte ilegal de armas, se encuentra a disposición de las autoridades, quienes aguardan el resultado de los exámenes periciales para confirmar formalmente la identidad de la víctima.
¿Quién era Julián?
Nacido y criado en el barrio San Nicolás de Pereira, Julián era padre de tres hijos y el cuarto de seis hermanos, en una familia donde la emigración ya ha tocado a otros miembros: una de sus hermanas vive en España.
Recordemos
Julián había emigrado hace un año y medio para trabajar como cobrador. La última vez que habló con su mamá fue el miércoles 23 de octubre a las 8:00 a.m., El último en saber de él fue su jefe, quien habló con Julián cerca de las 11:15 a.m. A esa hora, Julián le comentó que su pantalón se había roto mientras bajaba de la moto, por lo que se dirigió a un mercado cercano para comprar uno nuevo. Su jefe notó que no respondía a los mensajes y que la motocicleta que utilizaba no se había movido del mercado. Intrigado, acudió con otro trabajador al lugar, donde encontraron el vehículo estacionado y el pantalón roto de Julián, pero de él no había señales.
Familia espera repatriarlo
Después de esta trágica noticia, la familia de Julián busca ayuda gubernamental para realizar la repatriación del cuerpo. Las autoridades en Brasil apenas les dan 15 días de plazo, antes de sepultarlo en una fosa. Se conoció que este trámite, de realizarse de manera particular podría costar alrededor de 30 millones de pesos, por eso los allegados urgen de apoyo.
La captura
El martes 29 de octubre, en horas de la tarde, la policía militar localizó al dueño del lavadero, quien confesó haber asesinado al colombiano Julián Nieto Acevedo, argumentando que cometió el crimen debido a la presión que recibía para pagar una deuda. En su declaración, el sospechoso condujo a los agentes hasta la casa de un adolescente de 17 años, quien lo ayudó a estrangular e incinerar el cuerpo de Julián. Posteriormente, ambos sospechosos acompañaron a la policía hasta un área de matorrales donde habían abandonado el cadáver. Tanto el propietario del establecimiento como el adolescente fueron acusados de ocultación de cadáver y asesinato, aunque sus identidades aún no han sido reveladas.
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