Julián Andrés Santa El indicado en recibir y continuar la batuta de la Copa Ciudad Pereira era Hugo Ocampo Villegas y así mismo se lo manif...
Julián Andrés Santa
El indicado en recibir y continuar la batuta de la Copa Ciudad Pereira era Hugo Ocampo Villegas y así mismo se lo manifestó su director y fundador, Augusto Ramírez González, días antes de fallecer. Y es que el periodista deportivo, historiador, estadígrafo y apasionado por este tradicional certamen, ha estado presente en las 42 ediciones y desde el momento de la muerte de don Augusto, heredó la coordinación, cumpliendo la labor de la mejor manera, a pesar de las dificultades que nunca faltan.
¿Cómo va esta nueva versión?
“Muy entusiasmados con el nivel de participación, viendo uno las nóminas se encuentra con equipos muy competitivos. Va a ser un torneo que yo creo que va a superar las expectativas con respecto a la del año pasado. Confiamos sí en que el clima sea mucho más benévolo con la copa y que podamos volver al Mora Mora. Aquí hay mucha comodidad pero como dice mucha gente, la copa se vive y se siente es en el Mora”.
¿Llovía más antes que ahora?
“No, llovía igual, es más, le cuento que hay fotos... Hoy en día los equipos ven un terreno empantanado y no juegan. En esa época se jugaba prácticamente en un barrial y en un pantanero y los jugadores salían que tenía que bañarse tres veces para poder quedar como nuevos pero los tiempos cambian obviamente pero la verdad el Mora carga esa historia de un estadio que albergó una copa en los primeros años que no importaba las condiciones que se tuvieran”.
Así se 'enganchó' en la copa
“Tuve la fortuna de alguna vez conversar con Augusto Ramírez González que fue el creador de la copa. Él estaba en Bogotá y se vino a vivir a Pereira. Allá veía mucho el Torneo del Olaya y una vez me dijo: 'Hugo tengo unas ganas de hacer un torneo como el Olaya' y yo por 'mamarle gallo' le dije, 'yo lo coordino' y ahí me enganché”.
Una anécdota que no olvida
“Cuando tuvimos la copa de los 35 años, yo le dije a Augusto que yo ya había cumplido mi ciclo y no quería seguir más, uno sacrifica mucho a la familia en la época de diciembre y me dijo 'no, usted no se puede ir'. Me acuerdo que en esa versión se hicieron una serie de reconocimientos y me sorprendió mucho con una placa que tenía una foto en la que estábamos los dos y me dedicó un mensaje muy bonito pero algo que al final me llamó mucho la atención y decía: 'yo finalmente estaré tranquilo porque la copa quedará en buenas manos' y ese año después de que terminó la copa, Augusto murió”.
Vivió feliz sus últimos días
Hugo Ocampo cuenta que don Augusto Ramírez vivió esa última copa como si en verdad supiera que iba a ser la de su despedida. “Esa vez Augusto me dio un abrazo que nunca me había dado; Antonio el administrador del estadio quedó sorprendido y me dijo: 'Hugo qué le pasa al doctor, me dio un abrazo y un beso en la frente' yo le dije que él estaba muy contento y mire lo que ocurrió, es como si el ser humano supiera cuando se va a ir”.
Asumió el desafío
¿Qué ocurrió tras la muerte de Ramírez González? Responde Hugo Ocampo: “Yo decidí reunirme con el doctor Luis Fernando Ossa y le compramos los derechos de la copa a la familia de Augusto. Él nos acompañó durante cinco años y fue un punto muy importante para afianzar el torneo porque económicamente la apoyó a través de sus empresas y yo creo que la copa volvió a tener un nuevo impulso gracias a ese respaldo económico del doctor. Ya el año pasado decidió marginarse y negoció su parte con Jorge Iván Montoya, el presidente de la Liga Risaraldense de Fútbol”, puntualiza.
Dato:
La Copa Ciudad Pereira se ha caracterizado por ser esa primera oportunidad para muchos jugadores, técnicos, árbitros e incluso periodistas deportivos.
El indicado en recibir y continuar la batuta de la Copa Ciudad Pereira era Hugo Ocampo Villegas y así mismo se lo manifestó su director y fundador, Augusto Ramírez González, días antes de fallecer. Y es que el periodista deportivo, historiador, estadígrafo y apasionado por este tradicional certamen, ha estado presente en las 42 ediciones y desde el momento de la muerte de don Augusto, heredó la coordinación, cumpliendo la labor de la mejor manera, a pesar de las dificultades que nunca faltan.
¿Cómo va esta nueva versión?
“Muy entusiasmados con el nivel de participación, viendo uno las nóminas se encuentra con equipos muy competitivos. Va a ser un torneo que yo creo que va a superar las expectativas con respecto a la del año pasado. Confiamos sí en que el clima sea mucho más benévolo con la copa y que podamos volver al Mora Mora. Aquí hay mucha comodidad pero como dice mucha gente, la copa se vive y se siente es en el Mora”.
¿Llovía más antes que ahora?
“No, llovía igual, es más, le cuento que hay fotos... Hoy en día los equipos ven un terreno empantanado y no juegan. En esa época se jugaba prácticamente en un barrial y en un pantanero y los jugadores salían que tenía que bañarse tres veces para poder quedar como nuevos pero los tiempos cambian obviamente pero la verdad el Mora carga esa historia de un estadio que albergó una copa en los primeros años que no importaba las condiciones que se tuvieran”.
Así se 'enganchó' en la copa
“Tuve la fortuna de alguna vez conversar con Augusto Ramírez González que fue el creador de la copa. Él estaba en Bogotá y se vino a vivir a Pereira. Allá veía mucho el Torneo del Olaya y una vez me dijo: 'Hugo tengo unas ganas de hacer un torneo como el Olaya' y yo por 'mamarle gallo' le dije, 'yo lo coordino' y ahí me enganché”.
Una anécdota que no olvida
“Cuando tuvimos la copa de los 35 años, yo le dije a Augusto que yo ya había cumplido mi ciclo y no quería seguir más, uno sacrifica mucho a la familia en la época de diciembre y me dijo 'no, usted no se puede ir'. Me acuerdo que en esa versión se hicieron una serie de reconocimientos y me sorprendió mucho con una placa que tenía una foto en la que estábamos los dos y me dedicó un mensaje muy bonito pero algo que al final me llamó mucho la atención y decía: 'yo finalmente estaré tranquilo porque la copa quedará en buenas manos' y ese año después de que terminó la copa, Augusto murió”.
Vivió feliz sus últimos días
Hugo Ocampo cuenta que don Augusto Ramírez vivió esa última copa como si en verdad supiera que iba a ser la de su despedida. “Esa vez Augusto me dio un abrazo que nunca me había dado; Antonio el administrador del estadio quedó sorprendido y me dijo: 'Hugo qué le pasa al doctor, me dio un abrazo y un beso en la frente' yo le dije que él estaba muy contento y mire lo que ocurrió, es como si el ser humano supiera cuando se va a ir”.
Asumió el desafío
¿Qué ocurrió tras la muerte de Ramírez González? Responde Hugo Ocampo: “Yo decidí reunirme con el doctor Luis Fernando Ossa y le compramos los derechos de la copa a la familia de Augusto. Él nos acompañó durante cinco años y fue un punto muy importante para afianzar el torneo porque económicamente la apoyó a través de sus empresas y yo creo que la copa volvió a tener un nuevo impulso gracias a ese respaldo económico del doctor. Ya el año pasado decidió marginarse y negoció su parte con Jorge Iván Montoya, el presidente de la Liga Risaraldense de Fútbol”, puntualiza.
Dato:
La Copa Ciudad Pereira se ha caracterizado por ser esa primera oportunidad para muchos jugadores, técnicos, árbitros e incluso periodistas deportivos.
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