Varias detonaciones retumbaron en el silencio de la medianoche, en el barrio Los Pinos de Dosquebradas. El sonido era inconfundible, se trat...
Varias detonaciones retumbaron en el silencio de la medianoche, en el barrio Los Pinos de Dosquebradas. El sonido era inconfundible, se trataba de disparos y pese al temor, algunos habitantes de la manzana A no pudieron controlar la curiosidad, otros la preocupación y salieron a la calle a ver lo ocurrido, en efecto, descubrieron el cuerpo de un joven que estaba tirado en el andén cubierto de sangre.

No era de Los Pinos
La información llegó rápido a la estación de policía y una patrulla no tardó en arribar, al principio no se sabía la identidad de la víctima, que se veía muy joven, lo único cierto es que era de la cuadra, ni siquiera del barrio. La policía judicial encargada de la inspección fue la única que pudo establecer de quién se trataba: era Diego Quiceno Cañaveral de apenas 21 años.
Estos mismos agentes lograron determinar que el joven había recibido 5 disparos en diferentes partes del cuerpo: uno en el ojo izquierdo, en su frente, abdomen, espalda lado derecho y cabeza.
Durante el procedimiento, los investigadores hallaron entre las pertenencias de la víctima cuatro papeletas de sustancias estupefacientes tipo 2CB y un teléfono celular, ambos elementos podrían permitir encaminar la investigación, pues se estima que el joven estaba en la zona comprando droga y tal vez en el móvil haya alguna pista del autor.
Pese a que se realizaron labores de búsqueda de testigos y verificación de cámaras de seguridad, se determinó que en el barrio no existen dispositivos que hayan captado lo ocurrido o proporcione alguna pista sobre los responsables. La falta de imágenes dificulta considerablemente la investigación.
El caso fue puesto en conocimiento del fiscal de turno URI, quien autorizó el inicio de los actos urgentes por el delito de homicidio. Las autoridades trabajan intensamente para esclarecer los móviles del crimen y dar con el paradero de los responsables.
Su vida
Diego Quiceno Cañaveral, de 21 años, residía en el barrio Bosques de la Acuarela, donde vivía con su abuelo. Trabajaba de manera independiente y era muy conocido en su comunidad por su carácter alegre y amigable.
Sus amigos y vecinos lo llamaban cariñosamente Suso, y lo recuerdan como un joven hincha apasionado del Atlético Nacional. A pesar de su corta edad, había logrado ganarse el aprecio de muchas personas, quienes hoy lamentan su trágica partida.
Su familia asegura que Diego no había recibido amenazas y que desconocen quién podría haberle hecho daño. La noticia de su asesinato ha generado consternación y tristeza entre quienes lo conocían.
Dato
Las autoridades continúan con las investigaciones para identificar a los responsables del homicidio. La Policía hace un llamado a la comunidad para que, en caso de tener información que permita esclarecer este crimen, se comuniquen de manera confidencial con las líneas dispuestas para la denuncia.
Mientras tanto, el barrio Los Pinos se mantiene en alerta y con temor, ante la posibilidad de que hechos violentos como este se repitan.

No era de Los Pinos
La información llegó rápido a la estación de policía y una patrulla no tardó en arribar, al principio no se sabía la identidad de la víctima, que se veía muy joven, lo único cierto es que era de la cuadra, ni siquiera del barrio. La policía judicial encargada de la inspección fue la única que pudo establecer de quién se trataba: era Diego Quiceno Cañaveral de apenas 21 años.
Estos mismos agentes lograron determinar que el joven había recibido 5 disparos en diferentes partes del cuerpo: uno en el ojo izquierdo, en su frente, abdomen, espalda lado derecho y cabeza.
Durante el procedimiento, los investigadores hallaron entre las pertenencias de la víctima cuatro papeletas de sustancias estupefacientes tipo 2CB y un teléfono celular, ambos elementos podrían permitir encaminar la investigación, pues se estima que el joven estaba en la zona comprando droga y tal vez en el móvil haya alguna pista del autor.
Pese a que se realizaron labores de búsqueda de testigos y verificación de cámaras de seguridad, se determinó que en el barrio no existen dispositivos que hayan captado lo ocurrido o proporcione alguna pista sobre los responsables. La falta de imágenes dificulta considerablemente la investigación.
El caso fue puesto en conocimiento del fiscal de turno URI, quien autorizó el inicio de los actos urgentes por el delito de homicidio. Las autoridades trabajan intensamente para esclarecer los móviles del crimen y dar con el paradero de los responsables.
Su vida
Diego Quiceno Cañaveral, de 21 años, residía en el barrio Bosques de la Acuarela, donde vivía con su abuelo. Trabajaba de manera independiente y era muy conocido en su comunidad por su carácter alegre y amigable.
Sus amigos y vecinos lo llamaban cariñosamente Suso, y lo recuerdan como un joven hincha apasionado del Atlético Nacional. A pesar de su corta edad, había logrado ganarse el aprecio de muchas personas, quienes hoy lamentan su trágica partida.
Su familia asegura que Diego no había recibido amenazas y que desconocen quién podría haberle hecho daño. La noticia de su asesinato ha generado consternación y tristeza entre quienes lo conocían.
Dato
Las autoridades continúan con las investigaciones para identificar a los responsables del homicidio. La Policía hace un llamado a la comunidad para que, en caso de tener información que permita esclarecer este crimen, se comuniquen de manera confidencial con las líneas dispuestas para la denuncia.
Mientras tanto, el barrio Los Pinos se mantiene en alerta y con temor, ante la posibilidad de que hechos violentos como este se repitan.
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